Esteve Lucerón – La Perona – UPIFC


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Copyright de todas las imágenes: Esteve Lucerón.

perona3-letterCopias para exposición  realizadas en papel baritado por Jordi Gratacós (UPIFC)

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Esteve Lucerón (Pobla de Segur, 1950) realizó desde 1980 un trabajo de documentación fotográfica del poblado barraquista de La Perona, que se prolongó durante unos diez años y terminó coincidiendo con la erradicación del barrio.
La UPIFC –el sindicato de fotoperiodistas de Cataluña, del que soy socia por aquello de las afinidades electivas– acaba de publicar un número de su AGENDA sobre  este trabajo, acompañado de un interesante y prolijo estudio –en catalán–, sobre el barraquismo como fenómeno social en la Barcelona del siglo XX.

Hay un contraste evidente entre el estilo del estudio, firmado por Xavi Camino Vallhonrat y Pili Díaz Giner, de tono universitario y cargado de los eufemismos establecidos –«colectivo gitano»– con críticas muy suavizadas a las instituciones políticas, con las imágenes, muy directas, con personas mirando a cámara, desafiantes, cómplices histriónicas o esquivas. Lucerón no ha sido uno de aquellos fotógrafos de la gauche divine que, antes de dedicarse a la publicidad y a proponer imágenes chics, se acercaron al pueblo porque antes lo hicieron renombrados y cultísimos cineastas italianos, como ellos de orígenes burgueses, como el Rossellini de Roma, città aperta, el Vittorio de Sica de La ciociara [Dos mujeres, en español], el Luchino Visconti de Rocco e i suoi frattelli o el Pasolini de Mamma Roma, entre tantas suyas–. La imagen  neorrealista  influyó particularmente en fotógrafos como Carlos Saura, Leopoldo Pomés o Xavier Miserachs, surgidos de clases medias y acomodadas españolas, y aunque, al igual que Colita u Oriol Maspons, produjeron imágenes que perduran hasta hoy con innegable valor documental, se advierte en su obra de este periodo una estilización culturalista de la que Lucerón está libre.

Lucerón viene de la clase obrera beligerante con el franquismo –su padre estuvo preso ocho años– y él mismo militó en los años setenta en el Moviment Comunista. Se dedica desde que cerró la fábrica, donde trabajaba como obrero metalúrgico, a la fotografía, tras invertir el dinero de la indemnización  en una Mamiya de medio formato y una Canon F1. Eso es lo que se entiende por una auténtica reconversión laboral. (Tomo los datos biográficos salen de la solapa de la Agenda.)

La Perona era, como Can Tunis o el Camp de la Bota, un enclave de escaso interés urbanístico en su época, y eso explica que se permitiera el asentamiento de barracas. Estaba también el más fotogénico y romántico Somorrostro, escenario de Los Tarantos. El estudio de Camino y Díaz habla de los conflictos entre los habitantes de la Verneda y los gitanos. Llama la atención que entrados los años ochenta este fenómeno, que arranca en los años cincuenta cuando la gran emigración andaluza, seguía vivo.  Se cuenta incluso que la mendicidad de mujeres gitanas tuvo un punto álgido ¡entre 1975 y 1981!, esto es, en los primeros años de la Transición.

En las imágenes de Lucerón es patente su confesada inspiración en el trabajo, en la actitud frente a las personas que retrata, de los grandes fotógrafos norteamericanos de la era de la Gran Depresión de 1929, Walker Evans, Dorothea Lange y Lewis Hine: empatía, contención, no manipula a sus sujetos para acentuar lo dramático, no viola intimidades, no saquea miserias.

Tampoco hay una actitud compasiva edulcorada: hay crítica social, es documento antropológico, dato histórico, en cuanto estos poblados coinciden con un período de prosperidad económica, de especulación sobre los terrenos, de conflictos entre «linajes» o subgrupos gitanos, cuando el Ayuntamiento decide reubicar –trasladar / deportar– a unos grupos de una zona a otra sin más consideración que el número. Pero Lucerón ofrece una mirada personal, presta especial atención a los críos y al particular humor, pícaro, marrullero y desafiante, de los gitanos.

8 comentarios sobre “Esteve Lucerón – La Perona – UPIFC

  1. Hola! me ha parecido muy interesante el enfoque de esta recensión del libro de Esteve Lucerón sobre la Perona. Acabo de ver el libro mismo (me lo pasaron nada menos que unos ex-habitantes de la Perona realojados en Bon Pastor, donde yo estoy trabajando ahora) las fotos son increibles, y me gustaría subir alguna info en mi blog, http://periferiesurbanes.org. Te importa si te cito, o si pillo alguna frase de tu texto? es que describe una actitud fotográfica muy especial e insólita entre quién trabaja sobre estos temas, que yo creo que tendría que filtrar hacia los investigadores en general. Merci! stefano portelli

  2. hola Stefano, gracias por tu comentario1
    por mí encantada, pero creo que es importante que cites también el trabajo de laboratorio de Jordi Gratacós, secretario de la UPIFC,
    que es el que ha sabido sacarle partido a los negativos. por favor,
    no lo olvides, sin la UPIFC, es probable que la exposición no se hubiese realizado.

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