La muerte de un disidente cubano – La arriesgada vida de un albañil en Cuba


 Malecón desenfocado. Foto: MJ. Furió – nikon 28mm.

Copio la noticia tal y como la publica hoy el diario El País. Una noticia triste, sobrecogedora: la muerte de un albañil de 42 años, Orlando Zapata, en huelga de hambre en prisión por protestar por las infames condiciones de su encarcelamiento.  Quien haya viajado a Cuba y haya hecho algo más que pasear por las playas, ligar con mulatos, beber daiquiris y sentarse en el bar Floridita de Habana Vieja junto a la estatua de Hemingway, sabe que es una isla intensa, difícil, para algunos invivible.

El disidente Zapata es de los que ha tensado el hilo contra el gobierno Castro. Los que hemos visto la película que le dedicó Oliver Stone a  Fidel, Comandante (2003), comprendimos (no era difícil) que Fidel no admite que le rechisten. Bonitos son los hermanos Castro y su copla del embargo. Que sí, pero que no.

No se entiende que Lula, que ha conseguido levantar Brasil gracias a las inversiones multimillonarias obtenidas en los últimos años porque ha sabido vender a la comunidad internacional que Brasil (ya) no es lugar peligroso, ni sus reformas huelen a comunismo, apadrine a esos fascistas cubanos que tienen sometidos a sus (pocos) millones de habitantes.

Me alegra que Zapatero haya pedido públicamente la liberación de los presos políticos en Cuba. Basta ya de tontas declaraciones a favor del comunismo, como las que difunden algunos intelectuales españoles a los que nunca les ha faltado nada de todo lo que en Cuba falta con frecuencia. A ver si un día se desdicen de sus tonterías brechtianas y piensan de verdad en los albañiles cuando hablen de libertad de expresión y de oportunidades de desarrollo.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Zapata/recibe/sepultura/estado/sitio/Cuba/elpepuint/20100225elpepuint_18/Tes

«El disidente cubano fallecido el martes, Orlando Zapata Tamayo, ha sido enterrado, por decisión de su madre, a las 7.30 hora local (13.30 en la España peninsular) en la localidad oriental de Banes, 700 kilómetros al este de La Habana, bajo el ojo vigilante de las fuerzas del orden. El portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, ha dicho los restos de Zapata han recibido sepultura «bajo un verdadero estado de sitio».

»Al menos 50 opositores han sido detenidos en los últimos días o forzados a quedarse en sus casas para evitar que fueran al velatorio y el entierro en Banes. «Era como un pueblo tomado por el ejército japonés en Filipinas», con todas las entradas y los lugares públicos tomados por agentes de la seguridad del Estado, agregó Sánchez, confirmando lo que ya habían denunciado desde el miércoles otros disidentes. Según los opositores, policías de paisano y agentes de las fuerzas de seguridad se han desplegado en las entradas de la ciudad así como en los alrededores del cementerio y de la casa de Tamayo.

Hoy, un grupo de activistas de derechos humanos han acompañado a Reina Luisa Tamayo Danger, su madre, en una marcha pública por las calles de Banes hasta el Cementerio Sur La Güira, bajo el grito de «¡Libertad!» y «¡Viva Orlando Zapata!» .

»»No le admito a Raúl Castro mensajes para esta madre porque ellos asesinaron premeditadamente a Orlando Zapata Tamayo. ¡Es un cínico! No permito que ahora pase mensajes; mi hijo lleva ya impregnado en su cuerpo los golpes, las torturas, las tonfas y lo negro de la golpiza efectuada en Holguín», declarado Reina Luisa Tamayo Danger al salir a la marcha hasta el Cementerio, informa un comunidado, el Directorio Democrático Cubano.

«¡Esta madre dice: Raúl, Fidel, no me digan nada! Quisiera hablar de frente con ellos para decirles cínicos, descarados, me mataron a mi hijo, me lo llevaron hasta donde ustedes querían por su postura contestataria, por sus principios, por su valor. Me lo llevaron hasta ahí pero no importa, aquí queda su madre, aquí queda su familia que llevarán a cabo su lucha pacífica por los derechos humanos. La palabra de Zapata Tamayo era morir por la libertad y la democracia del pueblo cubano y vivir eternamente en ella. Que descanse en paz Orlado Zapata Tamayo,» ha agregado emotivamente Reina Luisa Tamayo.

Prohibición a los corresponsales

»El Gobierno cubano ha aconsejado a los corresponsales extranjeros – la mayoría espera desde hace un año la renovación de su acreditación- no viajar a Banes para cubrir el entierro, silenciado por sus colegas de los medios de comunicación cubanos. El silencio también fue ayer la nota dominante entre los países de América Latina, que se interpreta dentro de la promesa de unidad hecha el martes en la cumbre de México. Ese silencio contrastó con las numerosas condenas de una muerte para algunos «evitable» y los también abundantes llamamientos al Gobierno cubano procedentes de Europa y EE UU para que libere a todos los presos políticos y garantice los derechos humanos.

El disidente, de 42 años y albañil de profesión, fue detenido en 2003 en el marco de la redada que llevó a 75 opositores a prisión acusados de conspirar con EE UU. Las condenas fueron muy altas, hasta de 28 años de cárcel, pero Zapata en realidad no pertenecía al llamado Grupo de los 75, sino que fue sentenciado a tres años de prisión por desacato, desorden público y desobediencia.»

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Islas


Rex, que debe de ser la reencarnación de algún dios o diosecillo griego, disfruta de la isla de Santorini.
Cada vez me interesa más lo que respira de acuerdo con el mundo. Iba a añadir un sesudo post sobre los nuevos narradores-teóricos, como Juan Francisco Ferré, pero no quiero perder mi tiempo hablando de escritores que me parecen dedicados a análisis redundantes sobre la realidad devorada por los medios.
Rex y la isla de Santorini… Sí, cada vez me interesa más el lado terrenal de las cosas.

La inestable posición ante la sociedad del fotorreportero


Imagen del fotorreportero David Douglas Duncan, un pionero en el fotorreportaje. Soldados en la guerra de Corea.

Al hilo del debate que plantea el reportero Paco Elvira en su blog, pienso en la diferencia entre los contenidos de la conferencia de la que vengo, y que no he atendido hasta el final, en el Caixaforum Barcelona con el guionista, R. Price, de «grandes» series de televisión — la famosa The Wire, de la que no he visto ni un solo capítulo–, y la fuerza de ese otro debate en el que intervienen todos los días los reporteros que deben trabajar con temas difíciles, donde el desgarro real debe ofrecerse con una precisión moral exacta.

¿Qué fotos tiene derecho a tomar el reportero? El fotógrafo demuestra con sus decisiones –las fotos que toma y las que deja de tomar pudiendo tomarlas– qué clase de informador es. Pero cada vez me parece que quien sobra en la discusión es el ciudadano de a pie, ése tipo o tipa de cualquier país del mundo moderno (y hasta no moderno) que durante cinco días de la semana es presidente del gobierno y durante el fin de semana (que puede prolongarse hasta el lunes) es entrenador de fútbol. Sabe de todo y habla de todo, pero casi siempre es absolutamente incapaz de plantar cara a quien debiera en su trabajo.

Insultado, incomprendido, despreciado, el fotorreportero ha perdido el aura de nobleza que lo acompañaba desde que su trabajo ha sido confundido con el del paparazzi más feroz, al servicio de publicaciones, habitualmente dirigidas por «tiburones» de las finanzas más conservadores, como un Rupert Murdoch, que ofrecen morralla a lectores incapaces de reconocer lo que les dan de lo que de verdad quieren… o necesitan.

Sobre David Douglas Duncan:
http://www.hrc.utexas.edu/exhibitions/web/ddd//home.html
y sobre Corea:
http://www.hrc.utexas.edu/exhibitions/web/ddd//gallery/war/korea.html