Avenue du Général De Gaulle, domingo por la mañana. La fiesta, está claro, fue ayer.Désolé: no pude evitar el chiste 😀 😀Publicidad del Festival Visa pour l’Image con las exposiciones más señaladasExposición de Luis Tato dedicada a las elecciones en Kenia. Muy buenas imágenes con, en mi opinión, una indudable influencia de las del argentino Walter Estrada. Por cierto, Tato es uno de los fotógrafos más simpáticos que he tratado nunca; estoy segura de que es una baza para moverse en terrenos difíciles.La expo de Catalina Martín-Chico, premiada ese año, está dedicada al boom de la natalidad entre los exguerrilleros de la FARC, en Colombia, posterior al acuerdo de paz. Las imágenes eran muy bonitas, con colores muy bien trabajados, pero eché en falta un texto que no obligara a empatizar, como pide la imagen, con un grupo que durante tantos años ha sido un elemento de gravísima inestabilidad en el país.
Exposición dedicada a recorrer los ataques al medio ambiente en distintas partes del mundo. Bastante desmoralizador en su conjunto, pero no tanto como otras expos del interior sobre contaminación, donde los trabajadores -en Asia– no hacen nada por cuidar su zona de trabajo.
Entrada a la librería del festival, bendecida por una celebérrima imagen de un soldado negro americano en Vietnam, de David Douglas Duncan. Fotógrafo muy querido en Visa, Douglas Duncan murió este mes de junio a los… 102 años. Decía Paco Elvira que los fotógrafos apasionados de su trabajo mueren muy longevos.Un trenecito turístico recorría el casco antiguo, donde se hallan situadas la mayoría de sedes del Festival. De otro lado, se veían patrullas policiales por doquier y había que mostrar el contenido de bolsos y bolsas al entrar en lugares de exposición, museos públicos, etc. Los últimos atentados terroristas y el estado de excepción han dejado marca en Francia. Policías armados bajo el mediodía calurosoDetalle de la curiosa fuente situada delante del Palacio de Congresos.
Una semblanza de Jean-François Leroy, el fundador del festival Visa pour l’Image, que ha iniciado esta semana su trigésima edición, publicada por el diario francés Libération. Treinta años con JF Leroy al frente de uno de los certámenes más coherentes en el panorama fotográfico.
El texto, en francés claro está, es de Gilles Renault; la fotografía del célebre Yan Morvan, reconocido fotógrafo de guerra, que expone este año en Perpignan su reportaje Bobby Sands, Belfast, mayo de 1981. En el texto abunda el argot, así que podéis poner al día vuestro francés:
«Même claudiquant, le personnage reste entier. Un peu bancale dans ses Stan Smith, la silhouette arachnéenne de Jean-François Leroy ne passe pas inaperçue dans les rues de Perpignan quand, à quelques jours de l’ouverture de Visa, il déplace ses 192 centimètres à l’aide de deux béquilles, à cause d’un pépin au genou survenu peu avant de quitter Paris. Sauf cata, il ne devrait toutefois guère subsister de séquelles durant ce début septembre où se déroule la 30e édition du plus grand rendez-vous mondial consacré au photojournalisme, qu’il a fondé en 1989 et continue depuis de porter à bout de bras.